Otra victoria de España en los arbitrajes de renovables

El fondo Freif, adquirido en 2017 por BlackRock, ha perdido totalmente el procedimiento seguido contra el Reino de España ante el Instituto de Arbitraje de la Cámara de Comercio de Estocolmo (SCC). La demanda solicitaba el pago de 124 millones de euros, cantidad que se hubiera incrementado de forma notable con los intereses devengados desde el año 2012, fecha en la que se produjo el cambio en la normativa de las Renovables en España.

Estos arbitrajes se están resolviendo de forma dispar en los distintos foros en los que se están sustanciando. España ha conseguido victorias totales como ésta, en la que incluso el fondo demandante se deberá hacer cargo de unas costas de 2,7 millones de euros, aunque también ha recibido algún severo revés, como con el laudo Masdar, con una condena superior a los 80 millones de euros. Otros han tenido resultados llamativos, como el caso promovido por PV Investors, que reclamaba 1.300 millones de euros y terminó con un laudo en el que se reconocían 90 millones. En total, las condenas que España ha recibido se acercan a los 900 millones de euros, aunque las reclamaciones suponen multiplicar esa cifra.

Para reducir el impacto de estas condenas, la Ministra para la Transición Ecológica promovió el RDL 17/2019, por el que se ofrecía a quienes renunciaran a los procedimientos en curso y a la ejecución de los laudos favorables ya dictados, un marco estable regulatorio fijando la rentabilidad razonable de sus instalaciones en el 7,398% hasta el año 2031.

No han sido pocos los litigantes que se han acogido a esta oferta del Gobierno, entre ellos el beneficiado por el laudo Masdar – un grupo inversor de Emiratos Árabes Unidos-, para lo que se han dado muchas facilidades, como extender el plazo para acogerse hasta el 18 de diciembre de 2020.

La derrota sin paliativos de BlackRock, a través de Freif, supone un aviso a navegantes del desierto que puede esperar a los inversores que decidan continuar adelante con sus reclamaciones y finalmente sean desestimadas.

No puedo terminar esta reseña sin felicitar al equipo que ha representado al Reino de España en estos procedimientos, formado principalmente por sus abogados y economistas del Estado.

 

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